RINDER HONOR A JESÚS NAZARENO

 

La romería en honor a Jesús Nazareno de Atalaya, que ayer congregó a más de 200 mil peregrinos de todo el país, tuvo este año como protagonistas principales a los jóvenes que se alistan para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ 2019) que se celebrará en enero próximo en Panamá.

 

Desde las primeras horas de la madrugada de ayer, la plaza de la Basílica Menor de Atalaya, amaneció abarrotada de público, entre los que destacaban delegaciones de adolescentes de todas las diócesis de Panamá que junto a sus obispos inscribieron a la delegación nacional para el compromiso que tendrá como principal invitado al Papa Francisco.

 

La misa solemne del primer domingo de Cuaresma fue presidida por el Nuncio Apostólico en Panamá, monseñor Miroslaw Adamczyk, quien se estrenaba como representante del pontífice en una romería en Atalaya.

 

En parte de su homilía, el prelado no desaprovechó la oportunidad para llamar la atención de los jóvenes panameños a que participen de la JMJ 2019 y que apoyen la organización de la iglesia en este evento.

 

“En estos tiempos en los que nos comunicamos por Facebook, WhatsApp y otras redes sociales los invito a que participen de la JMJ y puedan dialogar persona a persona con otros jóvenes”, expresó Adamczyk.

 

Casi al término de la misa solemne, el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, también aprovechó para pronunciarse en defensa de la familia y en contra de la ideología de género.

 

‘No vamos a aceptar que organismos extraños vengan a imponernos y a trastocar nuestras costumbres y nuestra moral que nos han legado nuestros padres» exclamó Ulloa ante el aplauso frenético de los miles de feligreses que abarrotaron la plaza central de Atalaya.

 

Según el arzobispo panameño, la iglesia panameña defenderá la familia natural de un hombre y una mujer.

 

Al finalizar la misa campal, cuando el reloj marcó las 12:00 en punto del mediodía, fue sacada del anfiteatro de la basílica menor, el anda con la imagen de Jesús Nazareno para dar inicio a la procesión que por espacio de una hora recorrió la plaza central del poblado.

 

Tal y como suele ocurrir, el momento fue emocionante sobre todo porque los miles de peregrinos, algunos incluso con lágrimas en los ojos, aplaudían el paso de la imagen.