A más de quince días de la tragedia de Alto Terrón en Santa Catalina de la comarca Nagbe-Buglé, los sobrevivientes se han armado de valor y contar lo que sucedió en esa comunidad donde fallecieron siete personas entre ellos seis menores de edad y mas de quince heridos.
Rubén Valdez, hermano de las tres víctimas más afectadas y que sobrevivieron a este ataque violento por parte de otros moradores, brindó testimonio de la odisea que vivió para trasladar a sus parientes al centro de salud más cercano que era Rio Luis a tres horas de camino de donde viven.
El Hermano un menor de 16 años fue severamente quemado por todo el cuerpo, con un tizón prendido, a una hermana de 28 le golpearon con la biblia la cabeza y ojos y a otra hermana de 22 años también le dieron golpes y le introdujeron un palo por la garganta, todos ellos ya fueron dadas de alta del hospital y se mantienen en recuperación, cicatrizando las heridas.
Dina Blanco, madre de la menor discapacitada que murió a mano de los agresores, dijo que no pudo defenderla, porque fue a ella quien la atacaron primero y perdió el conocimiento, cuando despertó varias horas después ya no encontró a la pequeña y los que allí se encontraban le dijeron que había fallecido, por lo que no supo que le hicieron.
“Nosotros somos consiente que fuimos voluntariamente a la iglesia, porque tenemos claro a quien íbamos a adorar a un Dios vivo, y nunca nos imaginamos que esto pasaría, ya que siempre nos sentíamos bien, sino que lamentablemente el mal se apodero de esa gente que comenzaron a inventar esas cosas de golpear y hasta de matar, nosotros fuimos fuertes y nos mantuvimos en oración porque estábamos seguro que eso no era ningún mensaje de Dios”, testificó Blanco.
Mientras que la señora Verónica Pineda, esposa de uno de los detenidos de este caso, dijo que aún no se explican porque sucedieron estas cosas, que en lo particular nunca fue víctima de maltrato ni sus hijos por lo que se sienten tranquilos y lamentan que a sus otros familiares y vecinos hayan salido afectados.
Como parte del proceso de recuperación física, emocional y de salud, estas personas que incluyen diez menores de edad y ocho adultos entre hombre y mujeres, fueron trasladados temporalmente a la Urbanización San Antonio en Santiago, para culminar sus tratamientos y esperar que las autoridades le autoricen su regreso a la comunidad.
Se conoció que estas personas que han sido víctimas y que también son familiares de los detenidos, en los últimos días han reflejado algún tipo de división en el grupo, a pesar que la mayoría tienen un parentesco familiar, pero que han dicho que ya están dispuestos a regresar ya que quieren saber de sus parientes que quedaron en la comunidad, otros que viven de la agricultura y de la cría de chivos y ganados.
Itzela García, directora del MIDES en Veraguas, informó que muchas personas de manera anónima, empresas e instituciones han donado ropa, zapatos y demás enseres de primera necesidad y han mantenido el apoyo con la alimentación durante su estadía en esta provincia a todos estos moradores de Alto Terrón.