CELEBRAN A LA MEDALLA MILAGROSA

La festividad mariana a la Virgen de La Medalla Milagrosa finalizó ayer domingo con una multitudinaria procesión que inició en la iglesia catedral y recorrió las principales calles y avenidas de la ciudad de Santiago de Veraguas.

 

Miles de veragüenses de distintas partes rindieron devoción a imagen de la virgen María bajo la advocación de la Medalla Milagrosa a través de la procesión de la que participaron mas de 280 delegaciones de comunidades, barriadas, empresas, instituciones, escuelas, colegios y agrupaciones.

 

La actividad que viene ganando más adeptos cada año dentro de la comunidad católica veragüense al punto de ser considerada la segunda festividad mas popular de la provincia de Veraguas, solo superada por la romería al Nazareno de Atalaya el primer domingo de cuaresma.

 

Más de 25 mil personas participaron de la gran procesión que inició a eso de las 11:00 de la mañana después de finalizada la misa solemne que fue oficiada por el obispo de Veraguas, monseñor Audilio Aguilar Aguilar. El paseo de las anditas finalizó pasadas las 3:00 de la tarde bajo un radiante sol.

 

Los participantes de la actividad dieron muestras de fe y devoción desde que se iniciaron las novenas el pasado 14 de noviembre. Diariamente llevaban a la iglesia catedral las anditas ataviabas con distintos motivos, predominantemente las flores y arreglos típicos resaltando el lema de este año que era: «El Todopoderoso ha hecho cosas grandes en mi».

 

El obispo Aguilar expresó que la fiesta de la Medalla Milagrosa es un evento que une al pueblo y a las comunidades porque la gente se pone de acuerdo para arreglar las andas de sus barriadas, instituciones o empresas para las que laboran y acompañarlas hasta la iglesia durante las novenas y luego en la procesión.

 

El obispo de Veraguas expresó que cada año se escoge un lema o mensaje central en el cual se basan las novenas y los arreglos de las anditas. Manifestó que con el mensaje «El Todopoderoso ha hecho cosas grandes en mi» invita a reflexionar a la gente en que a pesar de todo Dios tiene misericordia y actúa en favor de sus hijos razón por la cual hay que ser agradecidos.