Con una emotiva ceremonia, familiares y amigos despidieron de esta tierra al reconocido compositor veragüense Edwin Silvera paredes en la catedral de Santiago, provincia de Veraguas.
Nació en un 24 de febrero del año 1951, ingeniero agrónomo de profesión, a su corta edad de 9 años, descubrió su pasión por la música, principalmente rescatar las costumbres y tradiciones de nuestra abnegada provincia, a través de la composición de importantes obras musicales, que lo llevó a obtener merecidas medallas en el mundo artístico a nivel nacional e internacional, quienes compartieron con él, dejaron saber el don de persona que era el señor Edwin Silvera y el compromiso que nos queda de continuar su legado.
No solo será recordado por ese arte de escribir, sino también su empeño en ayudar a la Asociación Nacional Contra el Cáncer, trabajo que realizo por años de la mano con el Doctor Doménico Melillo y todo el cuerpo de voluntarios de este organismo no gubernamental, para recoger fondos económicos como evidencia podemos mencionar que fue el fundador del festival internacional de degustación y otros, destaco el doctor Adolfo Name, presidente encargado de ANCEC.
Durante esta ceremonia sus hijos recordaron con orgullo a su padre Edwin Silvera por su gran valiosa trayectoria artística en esta provincia, lo cual también agradecieron el apoyo brindado durante su vida.
El presidente de la sociedad panameña de autores y compositores, Sergio Cortes, relato un poco de las anécdotas del señor Edwin Silvera como compositor, donde deja plasmado un gran legado para el país. Entre algunos de sus logros, se destacó en los Festivales de la Canción Iberoamericana, OTI. La cual Ganó en 1983 y 1990.
Ocupó el primer lugar en 1997 en el Festival Nacional de la Tamborera y en el 2013 compuso para ANCEC capítulo de Veraguas la canción «Un dólar por la vida».
En el 2016, en ese entonces el Instituto Nacional de Cultura hizo un reconocimiento por su destacada labor como músico de la provincia de Veraguas.
Fueron alrededor de 500 composiciones siendo una de las más renombradas ya no queda nada mi Santiago de Veraguas.